HOY PODEMOS AFIRMAR QUE:
Vivimos en un mundo donde vibra más fuerte un teléfono que un corazón.
Vivimos en un mundo en el que la comida está repleta de químicos, mientras un jabón contiene cereales, miel y vitaminas.
Vivimos en un mundo donde los televisores son más delgados y la gente más gorda.
Vivimos en un mundo donde los teléfonos son más inteligentes que sus dueños.
Vivimos en un mundo donde pintar un graffiti es un delito y matar un toro es arte.
Vivimos en un mundo donde la forma de vestir se valora más que la de pensar.
Vivimos en un mundo donde una pizza llega más rápido que la policia, o un uber llega antes que una ambulancia.
Vivimos en un mundo donde los animales son mejores amigos que las personas.
Vivimos en un mundo donde no se intentan solucionar los problemas, sino convivir con ellos.
Vivimos en un mundo donde el funeral importa más que el difunto y donde el festejo de una boda es más importante que el amor.
Vivimos en un mundo donde las redes sociales están llenas de fotos felices y gente triste.
Vivimos en un mundo en el que se le exige más a un futbolista que a un político.
Estamos convencidos de que ese mundo es el que nos ha tocado vivir, sin reflexionar sobre el hecho de que cada uno tiene el poder de vivir en el mundo que elija y no en el que le toca.
Tú decides el mundo que quieres tener. Tienes el poder de cambiar el tuyo y, por ende, el de aquellos que te rodean.